¡Oh! estrella de los cielos.
Te adentras en mi ser
llenando de alegría
mi viejo corazón.
Agua de manantial de montaña,
donde sediento yo bebo
para saciarme la sed
que me pide el alma.
Fragancia que perfuma
el aire que respiro,
llenando de vida
mi viejo corazón.
Flor de primavera,
en jardín de colores
de arco iris.
Acaso tu nombre
me sea complicado pronunciar,
pues no es habitual
en nuestra tierra.
Pero fuera cual fuere
tu nombre, tu siempre serás,
¡mi estrella!.