Dedicado a la más grande tonadillera española de todos los tiempos ( Rocio Jurado ).
Echa de espuma marina
y caracola de mar,
de dorada arena
y blanca sal,
que derrama por su cuerpo
por donde quiera que va.
Torbellino de claveles,
ramillete de azahar,
sus canciones son el viento
que me hace navegar,
con mi barquito de vela
por las aguas de la mar.
Quien no ha visto a la Rocío
vestida de piconera,
en lucha con los gabachos
peleando por su tierra.
O en la taberna del puerto
preguntando a los que llegan,
por su lindo marinero
que hace tiempo...ella espera.
Embajadora de Cadiz,
de Andalucía juncal,
de España la emperaora
con su duende y su compás.
Claveles hay en su boca,
olas del mar al andar,
y una paloma brava
cuando se pone a cantar.